la vida sorprendente

por jose manuel iglesias garcía

sábado, 18 de agosto del 2012 a las 18:00

guardado en Sensaciones

 

 
 
 
 
 
 
A veces me sorprendo de cosas muy simples. Un cuento, una canción, una película o simplemente una puesta de sol. Me gusta que  continúen las sorpresas, al fin y al cabo se trata de  sorprenderte día tras día de todo lo que de repente te acontece.

Mas que de sorpresas diría mejor que de emociones, no concibo la vida sin emocionarme y cuando no me sucede, empiezo a pensar que algo falla en mi,  más que en las cosas.

Hoy 18 de de agosto me he sorprendido al poner la fecha, que sin premeditación, lo prometo,  me trae el recuerdo de la explosión que sucedió en Cádiz ese día del año 47. No diré nada de aquel desgraciado suceso, que  abrió una brecha en la vida de mi ciudad. Ya dije suficiente en este mismo blog en abril de 2009. Se puede buscar en la sección  ARCHIVOS.

Ya ha llovido desde entonces y muchas sorpresas y emociones  han sucedido en mi vida. Desde los nacimientos de mis hijos hasta el nacimiento de mis nietos, como últimos acontecimientos ocurridos, no he dejado de sentir esos estados inefables que aunque tan comunes en los humanos, no deja de sorprendernos primero y emocionarnos después o al contrario.

Nunca me he parado a pensar si existe simultaneidad entre ambos sentimientos. Seguramente será así la mayoría de las veces

Cuando en junio 2010 me decidí por  reencontrarme con Marruecos después de mucho tiempo, casi toda una vida, sin olvidar  del todo  aquel país de mi infancia, también resultó un momento emocionante al vivir  lo que  en el subconsciente añoré durante años.

También las pequeñas cosas me hacen sentir ese estado plácido, quizás menos excitante que el nacimiento de un hijo o un nieto. Los recuerdos se desvanecen con el tiempo y solo quedan grabados aquello que mas nos impactaron.

Ahora recuerdo cuando en julio del año 2000 fui ala Delegación de Educación  y Ciencia, para ver los resultados de unas oposiciones de mi hijo y sentí una emoción enorme al leer en el tablón su ingreso en la función pública.

Muchas de las sorpresas y emociones acaecidas en las vidas de los seres humanos están basadas en casi las mismas experiencias.